El Manual de Hoy en una empresa
Imagina el primer día de trabajo de un nuevo empleado que
reclutaste y le señalas quién es la persona que le dirá cómo hacer las cosas, y
en el mejor de los casos, le das un “Manual” y le explicas que en este
documento describes las funciones y actividades que debe realizar y de las que será
responsable como parte de tu empresa.
Ahora debes entender que el empleado nuevo desconoce cómo
fluye la información de su área a la que pertenecerá y aunque tenga el Manual,
este no es suficiente para visualizar la interacción entre las diferentes áreas
que conforman la empresa.
En este sentido, la cuestión es si realmente comprenderá lo
que se describe en el manual. Debes tomar en cuenta que al comenzar a trabajar
le surgirán preguntas como por ejemplo: ¿Cómo
abordar cierto problema específico? ¿Cómo tomar la decisión adecuada sobre algo
que aún no domina? Si le sucede alguna incidencia, ¿a quién debe dirigirse? Evidentemente
ese libro grueso y obsoleto puede no ser de gran ayuda, y se vuelve de vital
importancia conocer qué tiene escrito y de qué manera poder entablar una
conexión con las actividades que ha de realizar y quien le podrá auxiliar con
situaciones que no están escritas.
Pero ¿A qué es a lo que llamas “manual”? Esta palabra la define
la Real Academia Española como “de fácil manejar”, siguiendo este orden de ideas, en principio nos
da la pauta de que tiene la finalidad de poder ser entendible para todo empleado
de tu empresa. Sin embargo, en la realidad lo que generalmente verá son letras, por consecuencia podrá caer en el aburrimiento
y en la dependencia de alguien para
conocer el proceso, es en este punto donde el incremento de transmisión de
vicios laborales es mayor y se aumenta el riesgo en el entorpecimiento de la
operación y posible carga administrativa, lo que por consiguiente el clima
laboral de tu personal será negativo y llegar a provocar rotación y deficiencia
en la productividad.
Hoy día, las empresas cuentan en sus diferentes áreas con
manuales de políticas y procedimientos para tener documentado lo que realmente
se debe hacer y el cómo realizar las principales funciones, adicionando
alcances y responsabilidades para el cumplimiento de los objetivos.
Pero esto ya no es suficiente y te tengo una gran opción para
mejorar la transición de los conocimientos y evitar que sea lenta y empírica,
ésta valiosa alternativa es que puedes desarrollar un formato en el cual los
dueños de las actividades o áreas puedan visualizar gráficamente el cómo desempeñar
sus funciones o responsabilidades, la recomendación es que se plasme en un
diagrama de flujo. ¿Pero qué es? mi conclusión es que se trata de una
representación gráfica de las principales actividades entrelazadas entre sí para
la consecución de un objetivo. Seguro te preguntarás ahora: ¿cuáles son las
ventajas de documentar por este formato?
Las principales ventajas son:
-Describe gráficamente las actividades implicadas en un
proceso de la empresa.
-Mayor entendimiento del flujo de la información.
-Visualizas lo que requieres para iniciar una función y
que debe generar al final del proceso.
-Puede identificar las responsabilidades de cada puesto y
área que interviene en cada proceso.
-Conoce qué hacer en caso de tener una modificación o
alteración al flujo de información.
-Visualiza la interacción entre áreas, y el uso de los sistemas
de tu empresa en los procesos.
-Permite reducir los tiempos y costos de capacitación de
tu personal nuevo.
-Ayuda a optimizar la identificación de riesgos y
controles en los procesos.
Al realizar este tipo de documentación de los procesos
que se llevan a cabo en la empresa que tengas o deseas emprender, debes tomar
en cuenta que obtendrás una ventaja competitiva en la retención del empleado al
crear un sentimiento de pertenencia a tu empresa, porque podrá observar y
entender que su puesto no está aislado de los demás, sino que es pieza
importante para que se puedan lograr los objetivos estratégicos que le plantees,
y que su participación es fundamental para el óptimo flujo de la información.
Finalmente, al contar con diagramas evitas
que el esfuerzo con el que se elaboran no quede relegado en el último
cajón del escritorio y pasen a formar parte del archivo empolvado y olvidado
como se venía haciendo con los llamados Manuales.
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